La crítica de Peter Travers de The Rolling Stone Magazine sobre Harry Potter 7 termina más o menos así "I just wish Dumbledore came back from the grave and restore the magic to Harry Potter, because what we see on the screen right now is a cheat!" Creo que no hay forma más elocuente de expresar lo que sentí durante las casi 2 horas y media que dura esta primera entrega del séptimo libro (¿¿??). Hay trampas por todos lados: estéticas, de casting, de guión y, en general, de una película que ni siquiera te da lo que todos esperábamos: ganas de más.
Vamos a comenzar por el hecho de que no soy un fanático de las películas, y mucho menos de los libros. No he leído ninguno, y probablemente no lo haga. Eso no importa, las adaptaciones fílmicas no le deben nada a sus contrapartes literarias más que la esencia. Y si la mayoría de los fans de los libros están a gusto con las películas, entonces creo que esa esencia se ha mantenido. A mí me llama la atención una cosa de este director: parece no tener estilo definido, ni una voz. Ya sé que cada película/libro es un viaje, y que la tensión y tono van en aumento, pero eso no tiene nada que ver con la piñata formalista que David Yates ha entregado en sus tres aportaciones. En el caso específico de la séptima película, Yates empieza con el pie derecho con secuencias y subtexto de una exquisitez admirable. Inmediatamente sabes que esta película será diferente, que la tensión no cesará, que la vulnerabilidad del lado de los jedis -perdón, de los magos buenos- estará en su punto más crítico, y que la obscuridad en tono, al igual que en la trama, ganará terreno.
Pues ninguna de estas cosas termina pasando después de los primeros minutos del film. La película se pierde -como sus personajes principales- en medio de un bosque infértil de escenas juguetonas, de guiños a un triángulo amoroso, y de un sugerido y nebuloso despertar sexual por parte de los tres. Tema ya visto en las anteriores películas y que la escritora de la saga, o los guionistas de los filmes, se han empeñado en estirar hasta puntos que ya chocan con lo ridículo. Desde The Prisoner Of Azkaban, ya se venía jugando con una cuestión táctil/sexual en los tres. Tema que parecía consolidarse en la 6, y que ni en la 7 tenemos idea de qué pasa. Cho ya no existe, Ginny está relegada, y Ron y Hermione no tienen nada claro. Y Harry parece que quiere con todas, pues claro que hubo tensión sexual con su "mejor amiga."Que aquí merece la pena darle crédito al director en una de las mejores secuencias de la película: cuando Harry saca a bailar a Hermione adentro de la casa de campaña. Es muy dulce, es muy infantil, es honesta con los dos personajes que la comandan y además es muy obscura.
Yates parece perderse en la torpe idea de que la estética sombría es igual al tono obscuro que se busca. Claro que tiene que ver, y claro que apoya, pero si no existe un tono obscuro en el drama en sí, la estética sale sobrando. Por ejemplo, manejó excelentemente bien el tono obscuro que la maestra Dolores Umbridge en la quinta entrega. La estética era más inclinada hacia Amélie que hacia alguna película postapocalíptica, pero eran las acciones de Dolores, y sus character treats lo que realmente la convertían -al personaje y a la película- en algo muy sombrío.
Los puntos más débiles de la película (y de algunas otras de la saga) son las trampas en las que cae el guionista. Hay cosas demasiado fáciles para los personajes principales. Las escenas de clímax en las últimas tres películas en particular se resuelven de manera barata, tramposa, y dejan a la audiencia con un sentimiento de insatisfacción. En The Deathly Hallows Pt. 1 es Dobby quien viene y salva el día para la banda Potteriana. No se logran escapar gracias a la brillantez de Hermione, la pasión y talento de Potter, ni por alguna puntada de suerte de Ron.
Es el elfo Dobby. Porque los elfos pueden entrar y salir de lugares sin más ni más. Eso está bien, es válido en el mundo mágico de Potter, pero no es válido que esperan que te tragues ese pedazo de información convenientemente guardado. Se siente como una trampa. Es esta secuencia, entonces, una gran falla en dos niveles: falta de información y un personaje secundario que es quien realiza la acción salvadora. Es un Deus ex Machina. Es una trampa. Y lo que viene después es un intento muy barato y no muy efectivo de emotividad para con Dobby. No hay suficiente desarrollo de personaje como para llevarnos a las lágrimas. Es muy fácil cuando se tiene personajes así, conmover al espectador. Esa dulce y tierna voz, su postura infantil, y su cara tipo Gatoconbotas de Shrek 2 te roban el corazón. Pero es flojo e ineficiente cimentar tu punch dramático en esos aspectos.
Y lo peor de la cuestión Dobby/clímax es que ocurre en una escena crucial en la película que te deja con expresión de "meh" rumbo a un final que debió ser mucho... mucho más adrenalínico o como dicen los gringos: jawdropping. Si había algo que la película prometía -porque obviamente no prometía atar cabos sueltos, ni tener ningún tipo de resolución- era un final que te dejara, literalmente, con ganas de más, con urgencia de más. Un final cliffhanger. Porque mientras que la última escena es muy evocadora, sutil, y hasta cierto punto poética, ésta es una saga. Llevamos 7 años acompañando a estos maguitos. Y el final de The Deathly Hallows Pt. 1 no debió tener ninguna misericordia de su audiencia.
Debió hacernos apretar el abdomen de dolor, de ganas de un final que no tendremos hasta Julio del 2011. Pero hasta en eso, que no era nada difícil, falló.
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FOTO: http://www.stampers-den.ca
Creo que la trama de esta serie trata sobre la incertidumbre que viven sus protagonistas, y es precisamente esa incertidumbre y pesadez la que transmite el filme. Ni Harry ni Hermione saben por dónde empezar, están perdidos en un bosque intentando descifrar su suerte, por eso sentimos que no pasa mucho, por eso no hay emociones desbordadas.
ResponderEliminarLa película se partió por la cantidad de información, no con el afán de tener una resolución en esta entrega. Sería tramposo darle un clímax más espectacular y un hangcliff más efectivo. En todo caso creo que lo que debió pasar es que proyectaran las dos entregas sin tiempo entre cada una.
Sobre la falta de voz en Yates creo que tienes razón. No existe una propuesta visual diferente al común de las películas épicas y de fantasía. Todo lo contrario, está cargada de clichés cinematográficos que hacen de esta película y las anteriores, piezas que en unos años se olvidarán y sólo se recordarán por su impacto mercadológico.
Creo que es importante resaltar la dirección de actores. Realmente es buena, sin llegar a ser espectacular. Las caras de los tres personajes representan fielmente su sentir, su pensar. Sólo lamento la nula transición en el mood de Ron (nunca vemos cómo cambia de fiel amigo y supporter a un wey todo grumpy y preocupado).
Concuerdo contigo en la escena del baile. Creo que es casi perfecta, excepto por ese momento en que Harry casi le da un beso a Hermione. Siento que se lo pudieron ahorrar. Como bien dices, crea demasiada tensión sexual entre ambos.
Estoy de acuerdo en que el que pasen todo ese tiempo en ese bosque más grande que ellos mismos y que la magia que les han enseñado evoca líneas temáticas del film.
ResponderEliminarLo que no se puede olvidar es que hay maneras de tenerlos tanto tiempo perdidos en un bosque. Momentos de belleza cinematográfica que se le olvidan al director. Creo que Cuarón nos regaló las más bellas tomas paisajistas de la saga, aún cuando pareciera haber "más cosas pasando."
"Into The Wild" por ejemplo, hace del contexto una alegoría directa a la combustión del personaje principal. En Harry Potter, no hay tal cosa... es algo estéril y plano.
oo estas muy ekivocado y esta bien reconosco k aciertas en algunas cosas pero lo k mas me enojo de tu critu}ica fue lo de dobby, te deviste de haber dado cuenta de k cuando harry se asomo al pedazo de espejo k traia escondido en su tobillo alguien le respondio con la mirada vio donde estaban y k iso?? mando a dobby por eso el los salva por el sigen vivos y tu no te das cuenta??
ResponderEliminarse necesita ser muy ignorante para no darse cuenta y claro lo entiendo, entiendo k no tengas ni pizca de entendimiento pork no as leido los los libros lo siento pero el equivocado eres tu.
como esperas comprender algo solo viendo lo del exterior.
Hola Anónimo,
EliminarGracias por entrar a este blog y por tomarte el tiempo de comentar. Te pido una disculpa si no te contesto directamente, pero es que -y sin el afán de ofender- se me hace muy difícil entender tu redacción.
No comprendo exactamente a dónde quieres llegar.
En cuanto a la lectura de los libros y mi "ignorancia", pues bueno, creo que una película, sea basada en un libro o en otra película, debe funcionar por sí sola. En ese sentido, simplemente me dediqué a criticar el filme, nunca toqué a la literatura, porque -insisto- la desconozco.
Un abrazo, y gracias de nuevo por tu comentario.
el comentario malisimoo.... si sos critico profesional por lo menos tendria que ahber leido un libro.... asi cualquiera critica si no tiene ni idea.... d epedo viste las peliculas... fundamentos para criticar fundamentossss.....!! ¬¬
ResponderEliminarHola Anónimo,
EliminarDefinitivamente si hubiera leído los libros tendría mucho más información del mundo y de los personajes. Así podría ver más allá del territorio fílmico y poder saber si las películas le han hecho justicia a cada uno de los libros.
Sin embargo, para criticar la película tal cuál, no puedo estar de acuerdo en que me sea OBLIGACIÓN el leer la saga. Un filme debe ser autosuficiente y autocontenido. No debe haber información vital que no se comunique en la película por el simple hecho de que "ya está escrita en los libros".
Una película, sea basada en un libro o en otra película, debe funcionar por sí sola.
Otra cosa, ¿por qué dices que "el comentario es malísimoooo"? Me gustaría saber en dónde he fallado para que pienses así... sólo comentas eso sin argumentar, y eso no me parece que construya.
Un saludo y gracias por comentar.
PD:(Debo la crítica de la segunda parte...)