sábado, 16 de mayo de 2009
CRONOS (o El Vampirismo Múltiple)
Cronos. El primer largometraje de Guillermo del Toro. La película más cara en la historia del cine mexicano hasta ese entonces. Una historia de alquimia, de eternidad, de ciclos. Una historia cuya realización casi destruye el futuro de Del Toro. Después, gracias a su apuesta por el cine de horror que tanto le gusta, la película realmente le construyó el futuro.
Cronos es la historia de Jesús Gris: un anciano dueño de un bazar de antigüedades que descubre, dentro de la figura de un Arcángel, un enigmático mecanismo en forma de huevo dorado. El anciano es acosado por Ángel De La Guardia: un hombre rudo y ambicioso, que sigue órdenes de su tío: un anciano obsesivo compulsivo y millonario, que lleva años sumergido en la búsqueda del aparato.
Esta película es una historia de vampiros. Simple y llana. Pero al momento de cuajar la historia durante cerca de 10 años, Del Toro logró concentrar una reimaginación del vampirismo. Esta búsqueda por una originalidad, por un nuevo mito, lo llevó a encapsular en cerca de 94 minutos distintas capas de vampirismo. Estas capas, como en todas las películas de Del Toro, están presentes para complementar, agregar y perfeccionar el tema de la película. Así, durante la historia te encuentras con el aparato de Cronos, en el cual habita un insecto vampírico por sí mismo, el origen del vampiro mexicano. También se da un vampirismo entre países: casi casi como una predicción de la extrema globalización a la que hoy en día el mundo está sometido. Otra capa de vampirismo se encuentra en los distintos guiños que se le dan al catolicismo durante la película: la religión más vampírica que haya creado el hombre. Por último, está el mismo Jesús Gris, quien es el primer humano vampiro en la historia, después del alquimista que inventó el aparato.
El aparato en la película es el que lo inicia todo. Creado en Veracruz, México, por un alquimista que venía huyendo de la inquisición y que buscaba la llave de la vida eterna. Cuatrocientos años después de la invención de Cronos, en la ciudad de México se derrumbó un edificio. Entre los escombros se encontró a un hombre con la piel azul-pálido, con un trozo de madera atravesándole el corazón. Ése hombre era el alquimista. Su invento había funcionado. El invento es un huevo de oro con simbología sobre eternidad y ciclos, que da refugio a un insecto parecido a un escarabajo. Al accionar el aparato, el huevo saca 3 aguijones de un lado y tres del otro, los cuales se encajan en la piel del usuario. Una vez afianzado al cuerpo del usuario, el aparato encaja un último aguijón que se despliega de la parte frontal. Este aguijón es el que empieza el proceso de filtración de sangre de la persona. El objeto filtra sangre, la purifica y a su vez rejuvenece y revigoriza a quien lo usa. Sin embargo, también deja una pequeña lanceta dentro del cuerpo, la cual se encarga de diseminar la dosis del jugo del insecto, sustancia que crea una fijación y necesidad por beber sangre. Obvio, se necesita de reservas nuevas del líquido para que todo funcione, no se logra la vida eterna mediante el mero reciclaje. El insecto es, pues, un vampiro en sí mismo.
En los primeros planos de la película ya se deja ver un comentario sobre una Ciudad de México invadida por otros países. Se alcanzan a ver, por ejemplo, señalamientos urbanos en algún idioma asiático. Ya adentrados en la historia, se alcanzan a ver en el cuarto de juegos de la niña, muchos periódicos pegados en las paredes. Entre todos los idiomas que se ven plasmados en dichos periódicos, se alcanza a ver el ruso. Asimismo, los antagonistas del filme, el Sr. De La Guardia y su sobrino Ángel De La Guardia, son anglosajones. Una ciudad invadida por otras culturas, por otros países, definitivamente es una ciudad vampirizada. Desde el momento en que ideologías, tecnologías, procesos, entre otras cosas, se comienzan a intercambiar entre países, se puede decir que ya no hay un país puro. Al contrario, se puede decir que todos esos países, ahora llevan en su sangre, corriendo por sus venas, el jugo de otros entes que llegaron y dejaron su sustancia. Y no se deja de ser parte de algo.
El catolicismo es algo que está muy presente, en distintas formas, a lo largo de la película. La presencia de esta religión le agrega, sin lugar a dudas, una capa más de vampirismo a la película, porque la esencia de dicha religión es vampírica por sí sola. El aparato viene "anunciado" a Jesús Gris por un arcángel. Jesús Gris, en su nombre lleva al Dios de los cristianos, que en la película muere en vísperas de año nuevo, pasa un día en la barranca, otro día en su funeral, y al tercer día, justo cuando estaban a punto de cremarlo, resucita. Jesús vaga por callejones de la ciudad de México, se pone un manto rojo que se encuentra tirado, llega con su nieta Aurora, quien lo acepta tal cual es, lo cuida, le da un techo y su "ataúd" para dormir. Toda esta secuencia tiene connotaciones bíblicas muy explícitas. Asimismo, rumbo al final de la película, al matar a Ángel De La Guardia cayendo desde una altura impresionante, Jesús Gris termina con un pedazo de vidrio encajado a un costado de su torso. En este mismo episodio, Jesús, al estar a punto de beber de la sangre que emana de una herida de su nieta, retrocede y decide acabar con el aparato. Lo destroza con una piedra y así, se sacrifica por ella y por todos. ¿Qué tiene que ver el vampirismo con el catolicismo? Comer del cuerpo del Señor y beber de su sangre en una celebración semanal explica claramente este punto.
Por último tenemos al vampiro tal cual como le conocemos: Jesús Gris. La diferencia de este vampiro es que el glamour de las historias clásicas de vampiros se queda totalmente de lado. Aquí el monstruo se ensucia las manos y llega a niveles bajísimos para conseguir saciar su sed. Guillermo Del Toro le llama "un vampiro tercermundista, de la clase trabajadora..." Esto está clarísimo a lo largo de la película, pues todo se lleva a cabo en la clase media de la ciudad de México. En ningún plano de la película, a excepción de la habitación del Sr. De La Guardia, se exhibe el primer mundo, la comodidad, la limpieza, etc. Jesús Gris, en vez de beber sangre de una hermosa dama, se las tiene que arreglar bebiendo sangre emanada de la nariz de un hombre, que cayó al suelo de un baño; beber de la nuca de un anciano decrépito; y estar a punto de "cometer una ingestión incestuosa", como lo llama Del Toro, al antojársele saciar su sed con la sangre de su nieta. Asimismo, y para hacer énfasis en éste tipo de vampiros, Del Toro explica con su humor característico: "Es muy fácil morderle el cuello a Winona Ryder, pero agacharte a chupar sangre del suelo de unos baños, ¡eso es verdadero trabajo y verdadera necesidad!"
Del Toro tiene una filmografía en la que el subtexto tiene gran importancia como la historia que se está contando. En cada una de sus películas, si se les presta atención, se pueden descubrir las distintas capas que conforman "el todo". En el caso de Cronos, las distintas capas vampíricas que conforman la película, producen una mezcla que no tiene un sólo ingrediente de sobra.
Suo Tempore.
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NOTA: El análisis aquí presentado no se me debe de acreditar a mí, Chava Méndez, pues está basado en el comentario de Guillermo Del Toro en la película, donde explica todos estos puntos. A partir de escuchar su comentario, lo único que hice fue profundizar al respecto mediante ejemplos de la película.
Lo que se busca en un inicio es simplemente hacer llegar una perspectiva diferente a quienes no tienen el DVD Región 1 de Cronos.
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FOTO: cinemainc.blogspot.com
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